jueves, 23 de febrero de 2012

Mi MunYO


Mi casa, mi escuela, mis tareas, mi carro, mi salud, mis cosas, mi belleza, mi ropa, mi comida, mi trabajo, mi necesidad, mi enfermedad, mi petición, mi felicidad, mi esperanza, mis gustos.. mi munYO.

A veces, no vivimos en el mundo, sino en un munYO en donde sólo importo YO, luego YO y luego YO... aunque estamos rodeados de personas, tenemos relaciones "importantes", frecuentamos reuniones sociales... realmente estamos solos porque lo único que importa es mi munYO.

¿Suena fuerte? Pero por lo general es nuestra triste realidad... triste porque a la larga no desarrollamos ni tenemos relaciones profundas con nadie... porque lo importante es mi munYO.

¿De qué vale tenerlo todo y no tener con quien compartirlo? ¿De qué vale tener toda nuestra vida organizada y controlada, pero no tener personas alrededor para disfrutarla?

El apóstol Pablo nos dice lo siguiente hablando de cómo Jesús vivió y trabajo para el munDO para que todos podamos llegar a tener plenitud:

Filipenses 2:4-7 (TLA)
4 Nadie busque el bien sólo para sí mismo, sino para todos. 5 Tengan la misma manera de pensar que tuvo Jesucristo: 6 Aunque Cristo siempre fue igual a Dios, no insistió en esa igualdad. 7 Al contrario, renunció a esa igualdad, y se hizo igual a nosotros, haciéndose esclavo de todos.


Este es uno de esos versos que nos gusta aprender la enseñanza clara y no la enseñanza detrás de la enseñanza. La enseñanza detrás de la enseñanza es la siguiente: "Si buscas sólo el bien para ti, sin importarte el bien de los demás, no estás pensando de la misma manera que Jesucristo pensó. 
 Jesucristo pudo obligarnos a tratarle como a Dios, pero no lo hizo, sino que renunció a su igualdad a Dios para servir a todos identificándose como igual a nosotros. En definitiva, cuando vivimos pensando que todo lo que sucede debe suceder a mi favor y que todas las personas a mi alrededor deben adecuarse a mi beneficio, no sólo no estoy pensando como Dios, sino que estoy PENSANDO QUE SOY DIOS." 

Lo más cómico y triste a la vez, es que aún cuando nos empeñamos en vivir sólo para nosotros y construir nuestro propio reino en nuestro munYO... vivimos frustrados y, aunque desde afuera nuestro munYO se ve muy bonito... por dentro estamos destrozados.

Para terminar les cuento una historia: Un niño recibió la encomienda de parte de su padre de formar un rompecabezas con la fotografía del planeta tierra... El padre le dejó el rompecabezas formado para que el niño lo viera antes de formarlo. Un par de horas más tardes, el padre llegó y encontró el rompecabezas armado. Llamó al niño y le preguntó cómo lo había logrado, a lo que el contestó: "Cuando desarmé el rompecabezas, me fijé que en la parte trasera de las piezas había una forma que parecía una cara... Cuando la cara se veía bien... El mundo se veía mejor."

Esa es mi reflexión para hoy: Busca arreglar o mejorar el rostro de alguien a tu alrededor... Regale una sonrisa, préstale tu servicio, comparte tu fe, sirve de hombro, ora por el, dale tu atención y escúchale, involúcrate en perseguir el bienestar de quien está a tu alrededor... Verás que cuando su cara se vea bien... Tu munDO se verá mejor.

JUST SAYING!!!

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