lunes, 16 de abril de 2012

Hormigas en el Baño


Salmos 44:23 (NVI)

"¡Despierta, Señor! ¿Por qué duermes? ¡Levántate! No nos rechaces para siempre."

Mis padres, mis suegros, mi esposa, mi niña y yo, nos fuimos el viernes en la tarde a Coco Key Resort para cumplir un gran deseo y sueño de Camila... Ella simplemente anhelaba visitar el parque acuático.

Llegamos, nos acomodamos en las habitaciones y nos preparamos para ir al parque acuático. Durante casi 3 horas, Camila saltó, "nadó", se lanzó de toboganes, etc... mientras yo la perseguía, vigilaba, corría... etc. Cuando cortaron el agua para cerrar el parque, Camila casi se muere llorando.

Logramos convencer a Camila de que al día siguiente volveríamos al parque acuático y nos preparamos para dormir. Abrí la ducha y esperé... esperé... esperé... y... esperé... y volví a esperar... esperé... el agua de la ducha nunca se calentó... llamé a la recepción y me dijeron que resolverían el asunto... y esperé... esperé... esperé... y... esperé... y terminé bañándome con agua fría. Me molesté y me quejé... ¿Cómo era posible que no hubiera agua caliente?

Al día siguiente, fui al baño y cuando abrí la puerta me llevé tremenda sorpresa... En el piso habían al menos tres líneas de hormigas que cruzaban por todo el baño. Nuevamente me molesté y me quejé... ¿Cómo era posible que íbamos a gastar tanto dinero en esos 2 días y para colmo no tendríamos agua caliente? Ah! y el piso lleno de hormigas... Mi padre me oyó hablar de las hormigas y me dijo que también en su cama habían hormigas. Estaba molesto y decidí, que daría a conocer mi queja en el hotel... Ellos me oirían... pero, ¿estaba realmente molesto con el hotel o con Dios? ¿estaba quejándome contra el hotel o contra Dios?... En lo profundo de mi ser... mi queja... mi molestia... era con Dios... Las cosas no estaban saliendo como yo quería. En ese momento, recordé el verso que les cité al inicio: "Despierta Dios... cuida de tu hijo malcriado..."

Al desayunar y empacar nuestras pertenencias para entregar las habitaciones y volver al parque acuático por el resto del día... Simplemente se me fue la molestia y abandoné la queja... Simplemente le pedí a Dios que me permitiera tener un buen resto del día con mi familia... que Camila disfrutara.

Fui a la recepción para entregar las habitaciones y hacer el pago... quien me atendía era un manager... ahí recordé las hormigas en el baño... le dije: "Sólo para que sepa... Nunca tuvimos agua caliente y hoy el piso amaneció lleno de hormigas... hasta mi padre tuvo hormigas en su cama"... El manager se disculpó y continuó trabajando en la computadora. Después de unos segundos, el manager salió de detrás de la computadora y me mostró mis recibos... Había removido el costo de las 3 habitaciones y sólo nos había cobrado el pago de la entrada al parque acuático... que fue la razón por la cual fuimos a Coco Key. Terminé pagando menos de la mitad de lo que pensaba. Dios había estado "despierto" y obrando en mi favor.

Mi reflexión para hoy es: Muchas veces encontrarás hormigas en tu baño... pequeñas y diminutas interrupciones... distracciones... impedimentos... que harán que quieras quejarte y que hasta llegarán a molestarte... MOLÉSTATE, pero NO CONTRA DIOS... porque DIOS nunca duerme... Siempre está despierto y velando por ti.

Vete al parque acuático... Disfruta... Corre... Lánzate de los toboganes... Dios está despierto... Aún cuando el baño esté lleno de hormigas... no te limites ni pierdas la bendición de ver a tu Camila correr feliz cumpliendo su sueño... en el baño sólo pasarás minutos... después de todo... no fuiste al resort por el baño... fuiste por el parque... y en el parque... NO HAY HORMIGAS.

JUST SAYING!!!

Dios te bendiga,

Pastor D
David Pimentel

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