miércoles, 6 de junio de 2012

A buena Ora... ¿Y a mala? También Ora...


El título no está mal... es sólo que he pensado en estos últimos días acerca de "El Poder de la Esposa que Ora", un libro que transformó nuestro matrimonio. Es riquísimo el valor que tienen los labios de una compañera que ora... No crean que es una reflexión para casados, porque esta es una virtud que se ejerce desde pequeños... diríamos mejor "El Poder de la Persona que Ora"... Tampoco es una reflexión machista, es sólo el suspiro de agradecimiento de mi corazón por mi esposa Yokasta y el lamento desesperado por amigas y familiares que desearía entendieran, aplicaran y transformaran su entorno con esta realidad...

A través de los años, mi esposa ha aprendido a ser "Una Esposa que Ora" y realmente le doy gracias a Dios. Nuestra sociedad empuja a nuestras mujeres a ser: "La Mujer que se Maquilla", "La Mujer que hace Dieta", "La Mujer que hace lo que le da la gana", "La Mujer que Juega con los Hombres", "La Mujer que Vale por lo que Enseña", "La Mujer que Dice lo que Tiene que Decir", "La Mujer que Logra SUS Metas"... Salvo algunas obviamente malas, casi todas son frases que no del todo son malas... 

No hay nada malo con una mujer que se mantiene bien arreglada y bonita... No hay nada malo con una mujer con su belleza bien organizada o que se mantiene en buen peso... No hay nada malo con una mujer que organiza su vida para cumplir sus responsabilidades de modo que tenga tiempo extra para hacer lo que ella quiera... No hay nada de malo con una mujer sabia que no se deja manipular por los hombres sino que sabe discernir cómo manejarse con el sexo opuesto... No hay nada malo con que una mujer administre su belleza física y de manera decorosa, elegir prendas que muestren lo mejor de ella, de nuevo, sin llegar a lo inmoral y provocativo... No hay nada malo con que una mujer no disfrace lo que piensa y siente, sino que con la gracia y belleza que caracteriza a su género, exprese toda la verdad de su alma... No hay nada de malo con una mujer exitosa porque completa sus proyectos y logra alcanzar objetivos personales sin abandonar o descuidar los objetivos generales... 

PERO, ¿Es eso lo más importante en una mujer? ¿Son estas virtudes generalmente externas las prendas más importantes que una mujer puede vestir? Les comparto un pasaje:

34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto, puesto que soy virgen? ... 38 Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.

No sé si habrán notado esa oración que hizo María cuando el ángel le comunicó que había sido elegida como madre del Hijo de Dios... Quizás han visto la frase o pregunta, pero no la identifican como una oración... Quizás sea sólo mi manera extraña de ver las cosas.

Las prendas de la dependencia de Dios y otros, confianza, sumisión, humildad, sencillez, simpleza no son para nada motivadas en nuestra sociedad... para nada es pues fácil para una mujer desarrollarlas... pero entre todas, la jovencita María nos muestra la más importante... "A buena Ora... ¿Y a mala? También Ora."

"¿Cómo será esto?" Ante la aparición de un ángel y la "bendición" de próximamente convertirse en la madre terrenal del Hijo de Dios, obviando su temprana edad y su soltería... María no se niega, sino que hace una oración: "¿Cómo será esto?"... Noten que no hay cuestionamiento acerca de su disposición ni petición de seguridad para ella, sólo un SI escondido entre la duda de la ejecución del plan eterno. No era un plan cómodo o conveniente o próspero el que se le proponía a María, pero aún así oró "¿Cómo será esto?". 

María abrió su corazón en oración y dijo: "Soy virgen, pero mi respuesta es SI...  ¿Cómo haremos esto?"... ¿Cómo sería nuestra sociedad e incluso la vida de nuestras mujeres si se atrevieran a decir: "Mi esposo es alcohólico, pero ¿Cómo haremos esto?" ... "Mi sueldo es muy bajo, pero ¿Cómo haremos esto?" ... "Mis hijos son difíciles, pero ¿Cómo haremos esto?" ... "Mi esposo es agresivo, pero ¿Cómo haremos esto?" ... "Mi autoestima es baja, pero ¿Cómo haremos esto?" ... "Mi pasado es oscuro, pero ¿Cómo haremos esto?" ... "Mi corazón está lastimado, pero ¿Cómo haremos esto?" ... "Mi cuerpo está enfermo, pero ¿Cómo haremos esto?"... 

¿Cómo cambiarían las cosas si nuestras mujeres abrieran sus corazones a Dios de esta manera? ¿Cómo cambiarían nuestros hogares si parte esencial de la vida de nuestras mujeres fuera tiempo de devoción en la presencia de Dios? ¿Cómo cambiarían las cosas si el final de cada oración fuera: "Aquí estoy. Soy tu sierva Dios. Haz tu voluntad"... Piensa en las implicaciones de un NO de parte de María... Sólo pensarlo genera estrés, pero Gloria a Dios por el SI de María... Porque María "A buena oró... ¿Y en la difícil? También oró... Y tu mujer ¿Cuándo comienzas?

JUST SAYING!!!

Dios te bendiga,

Pastor D
David Pimentel

0 comments:

Publicar un comentario