miércoles, 21 de noviembre de 2012

Acción de Gracias #3: ¿Dar Gracias o Ser Agradecido?

Posiblemente has escuchado la frase en inglés: "Fake it untill you make it", que podría traducirse "Finge hasta que lo logres". Es una frase muy utilizada o debería decir, una frase muy vivida.

"Finge amar tu trabajo hasta que logres tu ascenso. Finge obedecer a tus padres hasta que logres independizarte. Finge que estás divorciándote de tu pareja hasta que logres tener a otra persona en la cama. Finge que te importa lo que dice quien te habla hasta que logres safarte. Finge decir gracias hasta que logres parecer agradecido. Finge que oyes el mensaje del Pastor en la Iglesia hasta que logres dormir con los ojos abiertos. Finge que lees esta devoción hasta que logres que tu pareja te crea. Finge hasta que lo logres."

El problema es que sólo nos gusta el papel de fingir en la frase. Mientras a quien se le finja no sea a ti, todo podrá ser logrado. Pero ¿Qué tal si eres tu a quien se le finje con tal de que otorges algo o concedas algo?

¿Qué tal si es a Dios a quien le finges agradecimiento y devoción con tal de recibir algo... incluso tu salvación? ¿Cómo crees que eso lo hace sentir? Sé que pensarás: "Dios sabe que no soy perfecto... Dios entiende... Dios sabe que yo trato..." y todos esos cuentos que nos hacemos a nosotros mismos para auto-convencernos de que lo que hacemos está bien.

¿Sabes porqué pienso que es importante? Porque para mi religión es dar para ganar, mientras que evangelio es dar para amar... Lo que recibimos se convierte en materia prima para amar a nuestro prójimo y nuestra vida se convierte en un canal de bendición... Para mi el primer paso para la bendición es la gratitud, no la provisión, porque el corazón mal agradecido puede recibirlo todo y aún así ser "infeliz". Como dice el adagio:  "No es querer tenerlo todo, sino querer lo que ya tenemos."

Por esta razón, mi reflexión de hoy es que el agradecimiento no son palabras que se dicen, sino una verdad que se vive. Se llama evangelio. El agradecimiento es saber que "aun cuando estábamos muertos en (a causa de) nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia ustedes han sido salvados) (Efesios 2:5 NBLH)"... en nuestro peor momento recibimos la posibilidad de todo, por nada... Por eso usé la imagen de hoy, porque el agradecimiento no es un grupo de palabras, agradecimiento es una actitud frente a la vida... una actitud que prepara tu corazón para lo que tienes, lo que viene y lo que vendrá.

Quiero proponer una nueva frase: "Believe the Gospel and you will make it"... "Cree el Evangelio y lo lograrás"...


JUST SAYING!!!

martes, 20 de noviembre de 2012

Acción de Gracias #2: ¿Regalo o Recompensa?

Recordando la historia de ayer... 10 personas enfermas de lepra le salieron al encuentro a Jesús y le pidieron que tuviera misericordia de ellos. La respuesta de Jesús fue que regresaran al Templo y, mientras caminaban, fueron sanados. Sólo 1 de ellos, un extranjero, rechazado, marginado, Samaritano, regresó a Jesús. Así inicia la reflexión de hoy.

15 Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, se volvió glorificando a Dios en alta voz. 16 Cayó sobre su rostro a los pies de Jesús, y Le dio gracias; y éste era Samaritano. 17 Jesús le preguntó: “¿No fueron diez los que quedaron limpios? Y los otros nueve, ¿dónde están? 18 ¿No hubo ninguno que regresara a dar gloria a Dios, excepto este extranjero?” 19 Entonces le dijo: “Levántate y vete; tu fe te ha sanado.”

A simple vista, parecería que Jesús "engaña" a este pobre hombre. Los 10 hombres fueron sanados, incluso el que vino a dar gracias, o sea que ¿porqué Jesús sólo le dice "tu fe te ha sanado"? ¿Qué pasó? ¿Acaso no debió Jesús haberle dado algo especial?

La realidad es que el mayor "resultado", si es que se puede usar esta palabra, que tuvo el Samaritano ex-leproso fue haber tenido un encuentro con Jesús... Los otros 9 tuvieron un REGALO de parte de Jesús, pero el Samaritano recibió una RECOMPENSA por haber tornado su cuerpo... haber cambiado el rumbo y haber girado su corazón hacia Jesús. No es que "sorprendió y compró" a Jesús... Es que Jesús "sorprendió y compró" al Samaritano y como resultado, en un mismo encuentro recibió reconocimiento: "Y los otros nueve, ¿dónde están?"... es como diciéndole: "Lo que has hecho no es común y eso me gusta"... y luego le da una tremenda lección: "tu fe te ha sanado"...

Esto me deja con una pregunta: Si al Samaritano lo sanó la fe ¿Qué sanó a los otros 9?... Mi corazonada es que a todos los sanó la GRACIA de Jesús, pero sólo el último recibió la RECOMPENSA de conversar con Jesús... y al ser sanada su piel, fue sanada su alma... y todo comenzó con su expresión de gratitud.

¿Porqué te acercas a Jesús? ¿Para que sane, provea, devuelva, restaure, etc.? Eso está bien... pero no lo es todo... porque sólo al cambiar tu curso y caminar en gratitud hacia Jesús recibirás, no tanto lo que buscabas, sino que reconocerás que era a Jesús a quien realmente buscabas... y que en realidad era Jesús quien te estaba buscando a ti.

JUST SAYING!!!

lunes, 19 de noviembre de 2012

Acción de Gracias #1: ¿Merecidos o Bendecidos?


Vivimos en un mundo malagradecido y malcriado donde entendemos que recibimos sólo lo que nos hemos ganado... o sea, lo que nos merecemos. Entramos en una competencia informal, a vida o muerte para ver quién tiene más méritos, o sea, quién merece mejores cosas: Mejor fama, mejor trabajo, mejor pareja... todos deseos buenos... todos regalos recibidos... pero no todos agradecidos.

Con el tiempo, muchos de nosotros perdemos la virtud de dar gracias, adquiriendo una actitud egoísta, aplastante, auto-destructiva y antisocial. Pasamos la vida buscando la justificación por lo cual entendemos que todo el mundo debe servirnos. Quizás entendemos que merecemos todo por nuestro apellido, color de piel, posición económica, conocer a la persona correcta... Imagina lo que sucede cuando CASI TODO el mundo (por ser conservador en el término), vive para merecer TODO cuando le pase por la mente... verás una imagen similar a la que tenemos hoy en nuestra sociedad... 

En la Biblia hay una historia sumamente impactante y que nos servirá como ejemplo de lo que quiero decir con Merecidos o Bendecidos.  Es la historia de 10 enfermos de lepra, que se encontraron con Jesús:

11Aconteció que mientras Jesús iba camino a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea, 12y al entrar en cierta aldea, Le salieron al encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a distancia, 13y gritaron: “¡Jesús, Maestro! ¡Ten misericordia de nosotros!” 14Cuando El los vio, les dijo: “Vayan y muéstrense a los sacerdotes.” Y sucedió que mientras iban, quedaron limpios. 15 Entonces uno de ellos, al ver que había sido sanado, se volvió glorificando a Dios en alta voz. 16Cayó sobre su rostro a los pies de Jesús, y Le dio gracias; y éste era Samaritano.

Nadie ora más que un enfermo... y más un enfermo desahuciado. Los leprosos no sólo eran enfermos físicos, sino enfermos del alma y corazón. Eran considerados penitentes en su carne de alguna maldición causada por el pecado... propio o familiar. Eran la expresión externa de lo que los religiosos "sabían" que el pecado hacía internamente. Ser leproso era ver el pecado actuar... de manera pública... era comenzar a vivir un infierno aquí en la tierra... debían llevar una campanita para anunciar a todos que, a menos que se escondieran, tendrían que ver por un momento una injusta e incomprendida lección de "pago de pecado"... Nadie oraba más que un leproso... puedo asegurarlo.

10 de estos enfermos, guardando cierta distancia, pero haciendo la respectiva auto-campaña publicitaria, salieron al encuentro de Jesús, no sólo haciendo sonar sus campanitas, sino haciendo sonar su corazón: “¡Jesús, Maestro! ¡Ten misericordia de nosotros!”. No era momento de merecer... Era momento de desesperación, era momento de planificar una interacción pública entre la desgracia y la esperanza... la lepra y Jesús... “¡Jesús, Maestro! ¡Ten misericordia de nosotros!”.

Jesús, resolvió el asunto rápido... un poco impersonal, pero rápido... impersonal porque Jesús es lejano con el religioso, pero abraza y toca al desesperado a quien sólo le queda la fe. Aún en medio de toda la desgracia que acompañaba estos hombres, Jesús sabía que los leprosos no lo querían a El... sólo necesitaban un milagro... un doctor... un infectólogo... un cirujano plástico... en este momento no importaba... Jesús era la nueva esperanza... la nueva pastilla para adelgazar... la nueva maquinita de hacer abdominales... la nueva faja quema-grasas... por así decirlo... Jesús era el milagrero de turno... Así lo veía la mayoría de la gente... Jesús lo sabía. 

Jesús les mostró el resultado de la religión: “Vayan y muéstrense a los sacerdotes.” Jesús les mostró que la religión lleva a un edificio... a un edificio donde se encontrarían con el mismo sacerdote que los declaró impuros y los confinó a su realidad actual... ¿Para que ir donde el sacerdote? ¿Porqué no aprovechar la atención de Jesús y demostrarle su fe? Ya habían pedido misericordia y eso había llamado la atención de Jesús, ¿Porqué no dar el segundo paso y pedir su milagro a Dios? La respuesta, porque necesitaban que le dijeran LO QUE DEBÍAN HACER y no QUIENES DEBÍAN SER. "Cumplir" con la religión les haría MERECER la sanidad. 

"Y sucedió que mientras iban, quedaron limpios"... Pero uno de los leprosos entendió... Al caminar, 9 de ellos estaban tan enfocados en lo que sucedería al "cumplir con la religión", que no fueron capaces de ver lo que vio el leproso número 10... el leproso samaritano, quien aún luego de ser sanado, viviría una vida de rechazo por haber nacido en el "lugar incorrecto"... Es que los rechazados y marginados de corazón, son los que entienden la gracia de Jesús. 9 leprosos se reintegrarían fácilmente a la sociedad, 1 leproso volvería a su sociedad manipulada y despreciada... pero ese leproso fue el único que regresó y por primera vez hizo ruido para anunciar esperanza y no desgracia. Ruido dando gloria a Dios y no dando gloria al pecado. Se tiró de rodillas y dio gracias a Jesús.

Hay otra historia... no Bíblica, pero igual de útil: Unos padres encuentran una nota de parte de su niño: "Hoy me enteré de que Santa Claus no existe, pero no importa. Muchas gracias por todos los regalos durante estos años."

¿Porqué no dirigimos nuestra gratitud a Dios? Tal y como el niño. ¿Qué tal si hacemos eso con Jesús? ¿Porqué no hacemos como el leproso 10 y reconocemos lo que ya sabemos? Que no merecemos nada... Que todos somos leprosos... Que tal y como a los leprosos le faltan partes de sus cuerpos, a nosotros nos hacen falta partes en el carácter, en nuestros sentimientos, etc. Que todo lo que recibimos es pura gracia... Que el camino de la religión es reglas huecas, edificios fríos y reglas que al ser incumplidas te marginan y te destruyen... Que el camino de la gracia es relación con el Hijo de Dios: Jesús. ¿Porqué no iniciamos el camino de la gracia? Del regalo inmerecido, de la cruz incomprendida, de la resurrección desacreditada, de la ascensión incuestionable... ¿Qué tal si hoy hacemos ruído de Acción de Gracias y nos convertimos en una sociedad agradecida?

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martes, 13 de noviembre de 2012

¿Quién? ¿Yo?


¿Quién?

- Noé fue un borracho.
- Abraham era demasiado viejo.
- Isaac era un soñador.
- Jacob era un mentiroso.
- Lea era fea.
- José fue abusado.
- Moisés tenía problemas al hablar.
- Gedeón tenía miedo.
- Sansón tenía el cabello largo y era un mujeriego.
- Rahab era una prostituta.
- Jeremías y Timoteo eran demasiado jóvenes.
- David tuvo una relación ilícita y fue un asesino.
- Elías tuvo pensamientos suicidas.
- Isaías predicó desnudo.
- Jonás huyó de Dios.
- Noemí era una viuda.
- Job estuvo quebrado.
- Juan el Bautista comía langostas.
- Pedro negó a Jesús.
- Los discípulos se durmieron mientras oraban.
- Marta se preocupaba sobre todo.
- A María Magdalena le expulsaron siete demonios.
- La mujer samaritana se había divorciado más de una vez.
- Zaqueo era demasiado pequeño.
- Pablo era demasiado religioso.
- Timoteo tenía una úlcera…
- ¡Lázaro estuvo muerto!

Pero todos obedecieron a Dios y dieron lo mejor de ellos. La pregunta no es si Dios puede hacer algo contigo. La pregunta es si Dios puede hacer algo... y la respuesta es que Dios puede hacer todo... ¿Puedes tu ser obediente y aceptar el llamado de Dios dejándote abrazar por Su gracia en Jesús?

JUST SAYING!!!

lunes, 12 de noviembre de 2012

Te Están Siguiendo

¿Has escuchado la frase: "Si tienes algo, déjalo ir. Si regresa, es tuyo. Si no regresa, nunca lo fue"? Leyendo en la Biblia la historia del nacimiento de Moisés, pareciera que fue su madre la primera que lo inventó este dicho.

Por mandato de Faraón, todos los varones nacidos en el pueblo de Israel, deberían lanzados al río Nilo para evitar que el pueblo siguiera creciendo en número. (Éxodo 1:22 NBLH). Esto hizo que Moisés naciera con una sentencia de muerte en su frente. Después de 3 meses de nacido, ya era imposible ocultarlo, entonces su madre le construyó una canasta y la hermana de Moisés acostó al niño en ella. Manteniendo cierta distancia, pero a la vez observando el destino del niño, la hermana de Moisés colocó la canasta con el niño en el río Nilo. (Éxodo 2:1-5 NBLH).

La hija de Faraón bajó a bañarse al río y ve la canasta. Pide que se la traigan y al ver el bebé, se dio cuenta que era Hebreo (del pueblo de Israel). Al instante, la hermana de Moisés sale a su encuentro y le ofrece conseguirle una "niñera" que criara al bebé... Adivinen quién era la niñera... La propia madre de Moisés, llamado así por la hija de Faraón por haberlo "sacado de las aguas". (Éxodo 2:6-10 NBLH).

Tal como el refrán, la madre de Moisés había "dejado libre" el niño que le pertenecía, y aquel niño había "regresado" a ella... pero sólo por un tiempo, porque a cierta edad debería "dejarlo ir" una vez más y regresarlo a la hija de Faraón. 

¿Cuántas veces te has sentido así? Como si las cosas buenas parecieran correr alejándose de ti... o como si tuvieras un imán o atracción para las cosas malas. Como si lo "poco" bueno que te sucede estuviera sólo visitándote, pero no se quedaría por mucho tiempo.

¿Sabías que tiene poco que ver contigo? ¿Sabías que el pecado ha amenazado tu vida y han dado el decreto de tirarte al río Nilo para que mueras? ¿Sabías que TODOS tenemos una sentencia de muerte por el pecado que mora en nosotros? ¿Sabías que aún haciendo lo mejor no podrías evitar el cumplimiento de la sentencia? ¿Sabías que necesitas ayuda para sobrevivir al Nilo de tus enfermedades, tristeza, malas decisiones, lágrimas y decadencia?

PERO, ¿Sabías que TE ESTÁN SIGUIENDO? ¿Sabías que Jesús es la canasta que Dios ha provisto para que aún estando en el Nilo no mueras? ¿Sabías que Jesús es la canasta que no permitas que te ahogues, sino que puedas navegar hasta tu salvación? ¿Sabías que el Espíritu de Dios te vigila y que intercede por ti aún cuando no "puedes" hablar? ¿Sabías que tu Padre celestial espera por ti... al final del Nilo... esperando que hayas decidido recostarte en los brazos de Jesús para que puedas atravesar todo lo que venga?

Ese hijo, Moisés, "dejado ir" dos veces por su amada madre, "regresó"... No como hijo, sino como el libertador del pueblo de Israel de la opresión del pueblo Egipcio.

Jesús fue "dejado ir" por su Padre Dios, para que viniendo ha vivir la vida que no podemos vivir y muriendo la muerte que nos tocaba morir, alcanzara para nosotros una Salvación que nunca podremos ganar.

¿Estás en el Nilo? Sólo tienes que hundirte, pero en los brazos de Jesús. Que esta semana encuentres descanso en los brazos de Jesús... porque: "Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días." (Salmos 23:6 NBLH). 

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viernes, 9 de noviembre de 2012

La Bendición de Dios o El Dios de la Bendición

Debo confesarles que esta mini-serie ha bendecido mucho mi vida. Ver a un joven como José mantener sus ojos puestos en Dios y serle fiel.

Al inicio vemos cómo una aparente maldición de esclavitud provocada por su don de soñador y ser especial para su padre, fue convertida en la bendición para toda su familia y para el establecimiento de la voluntad de Dios mediante el establecimiento de Israel como nación. Lamentablemente, el pueblo se acomodó y aquella bendición se convirtió en maldición de esclavitud. 

Por la fidelidad de José, todo su alrededor fue bendito, aún cuando en momentos llevaba en su carne las cicatrices que deja el don de Dios. José no le sacó provecho a su don, sino que usó su don para el provecho de todos. Cuando fue necesario, José usó su don y eso hizo posible que la bendición de Dios fluyera para todos.

José no alquiló una oficina para interpretar sueños. Eso hubiera sido un negocio rentable, sobre todo en una ciudad pagana como la Egipcia. Sólo me imagino las justificaciones baratas: "Dios te dio ese talento para que le saques provecho"... Pero, no lo hizo y se mantuvo fiel a Dios y fue Dios quien lo puso en gracia con todos. 

¿Cómo está la Iglesia usando su "don" en medio de la sociedad? ¿Estamos usando el don para autobendecirnos o usamos el don para bendecir el entorno? Ya que somos un pueblo especial, elegido y protegido por Dios, ¿Extendemos esos "beneficios" sobre las personas que nos rodean?

Hay grupo de súper héroes muy especial llamado los "4 Fantásticos".  Los 4 Fantásticos adquirieron sus habilidades superhumanas después de que el cohete experimental diseñado por el científico Reed Richards atravesara una tormenta de radiación cósmica en su vuelo de prueba. Al aterrizar, los cuatro pasajeros de la nave descubrieron que habían sido transformados y que poseían nuevas y extrañas habilidades. Éstas sugieren una relación entre los poderes de cada uno de los integrantes del grupo con los antiguos cuatro elementos de la naturaleza: tierra (La cosa o la mole), aire (Sue Storm, la mujer invisible), agua (Dr. Richards, por la fluidez de su cuerpo), y fuego (La antorcha humana).

Hay una dinámica bien cómica en medio de esta "súper familia". Johnny Storm (La antorcha humana), entiende la adquisición de estos poderes como lo mejor que le ha sucedido y comienza a ABUSAR de esos poderes para atraer la atención de mujeres, la prensa y realizar actividades que le den fama personal. 

Por otra parte, para Ben Grimm (La cosa o la mole), estos poderes son una desgracia ya que pierde su esposa por la apariencia física que adopta. Se frustra. Quiere desaparecer, pero su aspecto áspero y poco "ocultable", no le permite pasar desapercibido. 

Siento que la Iglesia está tomando una de esas dos actitudes. Por un lado está la "Iglesia Antorcha Humana" que llena los asientos de su congregación por medio del show y de atraer gloria para si misma, a través de mil tretas. Mientras que por el otro lado, está la "Iglesia Cosa" o "Iglesia Mole", donde ser cristiano es una carga... no hay gozo... hay fuerza y fervor, pero es el miedo y el aislamiento lo que caracteriza su día a día.

José tomó la actitud de Sue Storm (Mujer Invisible) y Reed Richards (Hombre Elástico), quiénes asumieron el rol de hacer un equipo para que la sociedad fuera beneficiada por esta nueva realidad, don o maldición que ellos experimentaban. La Mujer Invisible creaba campos de viento que contenían las bromas de la Antorcha Humana contra La Mole, mientras que el Hombre Elástico contenía a la Mole para que no matará a La Antorcha Humana.

Mi mayor reflexión en esta mini-serie ha sido que Dios nos bendice con la intención de que nuestras individualidades se unan en una Iglesia poderosa, desafiante, impactante y comprometida con su entorno. Veo la ineficiencia e ineficacia en casi todo lo que las Iglesias hacen por la falta de unidad y la increíble y ardua competencia que guarda con quienes deberían ser sus aliados.

Iglesia, y no hablo sólo a la institución, hablo a cada persona que ha confesado a Cristo como su Señor y Salvador, es tiempo de que dejemos de buscar lo que nos desune escondiéndonos tras lentes ridículos de un Peter Parker asustadizo y débil. Ridiculizamos el nombre de Cristo al ocultar el súper poder transformador que puede tener la Iglesia como cuerpo de Cristo, bajo el sombrerito tonto y los gruesos espejuelos de un Clark Kent que sólo representa amenaza para si mismo.

Es tiempo de que cada cristiano invierta el tiempo necesario en encontrar cuál es su llamado en la tierra y con ojos puestos en la cruz de Cristo, se una en compañerismo estratégico con todos los hermanos de otras Iglesias. Es el momento de dejar de buscar en qué somos diferentes y comenzar a usar como palanca lo que tenemos en común. 

Es la única manera en que podríamos dar toda gloria a Cristo. José los hizo. Abrazo su don, fue fiel y por su fidelidad y la gracia de Dios, protegió sin saber, la misma simiente de donde nacería la salvación del mundo en Jesucristo. 

¿Qué esperas? Deja de perseguir la bendición de Dios y abraza el Dios de la bendición. Juntos podemos ganar miles para Cristo.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Bendición que Esclaviza


La transacción fue rápida. Imaginen, José era el segundo en Egipto. Le dio carros a sus hermanos y luego de un gran banquete, los hermanos de José salieron a su tierra en búsqueda de su padre y demás familiares, entre 70 y 75 personas.

Sin papeleos, sin trámites migratorios... Jacob y su familia había pasado del desierto a la tierra de provisión... Gosén... cerca de Canaán... cerca del río Delta Nilo y siendo este río lo que le daba cierta independencia geográfica de Egipto... cerca de José... nada podía estar mejor... hasta que sucedió lo inevitable:

6 Y murió José, y todos sus hermanos, y toda aquella generación. 7 Pero los Israelitas tuvieron muchos hijos y aumentaron mucho, y se multiplicaron y llegaron a ser poderosos (numerosos) en gran manera, y el país se llenó de ellos.  8 Se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no había conocido a José, 9 y dijo a su pueblo: “Miren, el pueblo de los hijos de Israel es más numeroso y más fuerte que nosotros. 10 Procedamos, pues, astutamente con él, no sea que se multiplique y en caso de guerra, se una también con los que nos odian y pelee contra nosotros y se vaya del país.” 11 Así que pusieron sobre ellos capataces para oprimirlos con duros trabajos; y edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje, Pitón y Ramsés. 12 Pero cuanto más los oprimían, más se multiplicaban y más se extendían, de manera que los Egipcios llegaron a temer a los Israelitas. 13 Los Egipcios, pues, obligaron a los Israelitas a trabajar duramente, 14 y les amargaron la vida con dura servidumbre en hacer barro y ladrillos y en toda clase de trabajo del campo. Todos sus trabajos se los imponían con rigor.

De pronto la esclavitud que se había convertido en bendición, había pasado a ser la BENDICIÓN QUE ESCLAVIZA.

Al igual que El Hombre Araña y que Supermán, los "súperpoderes" del pueblo los habían puesto en problemas... Ser el pueblo de Dios les otorgaba bendiciones de todo tipo. Era un pueblo fértil y próspero, y la protección de Dios ahora los había llevado a la tierra de Egipto, pero ¿Qué pasó? ¿Porqué Dios permitió la opresión de su pueblo? Pues además de avisarlo a Abram (Génesis  15:13 NBLH), permitir que el pueblo fuera contenido bajo la opresión de Egipto, fue más que una medida de control para que el pueblo de Israel no siguiera mezclándose con naciones paganas como lo habían estado haciendo los hermanos de José. 

Diríamos entonces: "Wow, pero Dios si es exagerado, ¿Esclavitud? Pudo haber utilizado otros medios."... No creo que hubiera sido suficiente... A veces la dureza de las medidas de Dios no tiene que ver con la indolencia o autoritarismo de Dios, sino más bien Dios usa medidas en justa proporción con nuestra desobediencia. El pueblo había olvidado que era una nación elegida y que por ser elegidos, tenían una misión... crecer a ser una gran nación que glorificara a Dios en todos los aspectos... lo cual no estaba sucediendo y nadando en la bendición, fueron esclavizados por esa bendición.

Hay una historia que me encanta: "La liebre hacía alarde constante de su velocidad y, en consecuencia, se burlaba constantemente de la lentitud de la tortuga. Un día la tortuga le aseguró a la liebre que podía ganarle en una carrera. A lo que la liebre se burló aún con más fuerzas. Llegó el día de la carrera y tanto la liebre como la tortuga tomaron sus lugares. Al sonido del silbato, ambas salieron corriendo. La liebre velozmente avanzó increíblemente rápido y dejó rezagada a la tortuga. Cuando la liebre notó cuán lejos estaba la tortuga, regresó en la carrera para burlarse de ella. Varias veces la liebre se adelantaba y regresaba para burlarse. La tortuga no hacía caso y nunca dejó de avanzar. En una de esas, bien cerca de la meta, la liebre se recostó bajo un árbol y se durmió. Sigilosa, pero determinada pasó por su lado la tortuga hasta ganar la carrera."

De la misma manera que en esta historia, el pueblo de Israel descansó demasiado en su don y olvidó su compromiso. Se durmió en la bendición y la bendición los esclavizo.

Cuídate de la pereza que causa el exceso de confianza en tus dones. Como pueblo de Dios no podemos dormirnos, ni siquiera en las bendiciones de Dios porque lo que Dios bendice hoy, no necesariamente será bendito mañana. Por eso, muchas Iglesias se han casado con métodos y formas que fueron bendecidas por Dios por un tiempo, pero que ya simplemente no funcionan. Iglesias que se han olvidado de moverse con Dios.

Recuerda: La bendición de Dios no esclaviza... La bendición de Dios no estanca. La bendición de Dios revoluciona porque se mantiene cambiante y requiere que nuestra vista se mantenga puesta en Dios a través de una vida de devoción y entrega. No veas tu prosperidad y bonanza como un indicador de que Dios te está bendiciendo, porque después de todo no se trata de que tu seas bendecido, sino de que el nombre de Dios sea glorificado... como resultado, serás bendecido, oprimido, atribulado, pero nunca esclavizado.