jueves, 2 de mayo de 2013

Procesos #4: Frutos ¿Para bien o para mal?

El premio de plantar un árbol son sus frutos. Un mango, naranjas, cerezas, mandarinas o sus flores, como las rosas, narcisos, etc. De la misma manera, después de haber agotado un proceso, nuestro deseo es tener prueba visible y palpable del resultado obtenido por los momentos de crecimiento que pasamos. La Biblia los llama "obras de la carne" y "frutos del Espíritu".

19 Ahora bien, las obras de la carne son evidentes, las cuales son: inmoralidad, impureza, sensualidad, 20 idolatría, hechicería, enemistades, pleitos, celos, enojos, rivalidades, disensiones, herejías, 21 envidias, borracheras, orgías y cosas semejantes, contra las cuales les advierto, como ya se lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 22 Pero el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fidelidad, 23 mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley. 

Todos tenemos resultados de lo que hacemos. Algunos "obras de la carne" y otros "frutos del Espíritu"... y más difícil que producir los frutos, es determinar si son de la carne o del Espíritu. Me explico: 
- Puedes estar genuinamente equivocado y estar haciendo algo "malo" para obtener algo "bueno". Ej.: Violar leyes de hospedaje en tu edificio que ignoras para dar albergue a una persona sin casa.
- Puedes estar haciendo cosas "malas" de manera consciente esperando ver un resultado "bueno". Ej.: Conducir tu vehículo por encima del límite de velocidad para llegar temprano a la Iglesia.
- Puedes estar haciendo cosas "buenas", esperando cosas "buenas", pero por las razones incorrectas. Ej.: Yendo a la Iglesia, comprometido en el servicio a la Iglesia, cantando, ayudando, pero sólo con la motivación de que una persona en específico se enamore de ti. Enamorarse no está mal, pero que aparentes ser cristiano para que alguien se enamore de ti, es simplemente malo.

Hay un cuarto escenario que es el que propone Pablo a los Gálatas: "Obras de la carne son... PERO el fruto del Espíritu es..." Pablo sugiere que las acciones (obras) que provienen de nuestra "carne" o deseos naturales, por lo general tienen a la maldad o malas intenciones. Es un "hacer" incorrecto. Por eso podemos fácilmente estar haciendo cosas malas pensando que son buenas o que no importan y aún haciendo cosas malas esperando que algo bueno salga de todo. Esto casi nunca sucede y cuando sucede, es obra y gracia de la misericordia de Dios no el resultado de lo que hiciste.

Pablo sugiere que hay un fruto del Espíritu... la gran diferencia es que las "obras" hay que "hacerlas", pero el fruto es el resultado de un PROCESO de plantación, limpieza, poda, alimentación... el fruto no se "hace", el fruto se "produce" o se "procesa". La planta no está todo el tiempo pensando en el fruto. La planta piensa todo el tiempo en mantenerse viva y saludable, y esto lo consigue permaneciendo cerca de la fuente de luz, agua y nutrientes, y esto lo consigue estando bien plantada y teniendo sus raíces en buena tierra.

Pablo menciona como inicial el amor y no es casualidad, "...porque Dios es amor" (1Juan 4:8 - NBLH)Quien se preocupa mucho por "hacer lo correcto" puede terminar en estar produciendo "obras de la carne". Debemos preocuparnos por SER las personas correctas y los frutos provendrán de manera natural... todo proveniente de ser PROCESADOS por el amor de Dios.

Y ¿Para qué los frutos? Hablamos mañana...

JUST SAYING!!!

Pastor D
David Pimentel

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