jueves, 14 de noviembre de 2013

Tocar por Dios

Mi hija Camila llegó tarde por mi culpa a la escuela. Es que mi cama es muy cariñosa... Jajajaja. Rápidamente se sentó en su escritorio y comenzó a trabajar. Al colocar las cosas en su lugar y conversar con la profesora, me acerqué al escritorio de Camila para despedirme. Como siempre, ella me dijo: "Bendición papito"... Yo le dije: "Dios te bendiga mi amor. Te amo. Pórtate bien, be nice (sé amable), escucha y obedece a los profesores." Todo esto envueltos en un abrazo...

De pronto, sentí cómo un compañerito de Camila se estrelló contra mí y me abrazó con todas sus fuerzas. Me giré un poco y correspondí su abrazo.

22 En ese momento llegó un hombre llamado Jairo, que era uno de los jefes de la sinagoga. Cuando Jairo vio a Jesús, se inclinó hasta el suelo 23 y le rogó: —Mi hijita está a punto de morir. ¡Por favor, venga usted a mi casa y ponga sus manos sobre ella, para que se sane y pueda vivir!

24 Jesús se fue con Jairo. Mucha gente se juntó alrededor de Jesús y lo acompañó. 25 Entre la gente, iba una mujer que había estado enferma durante doce años. Perdía mucha sangre, 26 y había gastado en médicos todo el dinero que tenía, pero ellos no habían podido sanarla. Al contrario, le habían hecho sufrir mucho, y cada día se ponía más enferma.

27-28 La mujer había oído hablar de Jesús, y pensaba: «Si tan sólo pudiera tocar su ropa, quedaría sana.» Por eso, cuando la mujer vio a Jesús, se abrió paso entre la gente, se le acercó por detrás y le tocó la ropa. 29 Inmediatamente la mujer dejó de sangrar, y supo que ya estaba sana.

Desde siempre, el toque humano ha sido terapéutico. Obviamente, el toque de la mujer a Jesús provocó un milagro, pero ¿qué tal si aceptáramos el reto de ser los brazos de Jesús? ¿Qué tal si lo que necesita la persona junto a nosotros es el milagro de un abrazo? Quizás el milagro de ser escuchado... El milagro de la compañía en silencio... El milagro de una llamada.

Ese niño me hizo saber que, mientras Camila a veces quiere salir corriendo de nuestros abrazos, hay niños que correrán desesperados por recibir uno... Que lo común para nosotros, no tiene que serlo para todos...

Aceptemos la comisión de "Tocar por Dios"...

JUST SAYING!!!

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