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| La foto no es de la historia contada en la reflexión. |
¿Quién no ha tomado una vía contraria conduciendo? Sólo los que no conducen... Queriendo o sin querer, TODOS lo hemos hecho.
Anoche, estaba casi llegando a casa de mi suegra Ema y mientras esperaba en un semáforo en rojo, un carro dobló en vía contraria pasando por el lado de los dos carros delante de mi... Yo toqué bocina y bajé mi cristal, le hice señas y el carro se detuvo un poco más adelante y dio un giro en "U" tomando la orientación correcta del carro. Todo bien rápido.
Cuando giro mi cabeza para mirar al frente, hacia mi izquierda, había una persona bebiendo algo de una lata. Estaba molesto... Le gritó cosas al carro... Movía su cabeza de lado a lado en señal de disgusto por la mala acción... De pronto... "TAN!!!" Tiró la lata al piso y se fue... Oí a alguien decir que eso es: "Predicar la moral en calzoncillos."
Me pareció tan cómico porque este fin de semana, mi esposa Yokasta y yo reflexionábamos de nuestra tendencia a señalar el pecado del otro obviando el nuestro... Decíamos: "El pecado nada más es malo cuando es del otro lado"...
Algo que no creo que el "moralista tira basura" haya visto es que quien tomó la calle en vía contraria era un señor bastante mayor y que al ver mi rostro mostró vergüenza y asombro... Estaba confundido... Había pecado... pero por error... sin embargo, el "juez justo" de la esquina, había condenado con todo el peso de la ley por el acto de aquel señor confundido.
No me mal interpreten, ni crean que me presento como el "buen samaritano"... Yo no juzgué al señor mayor, pero al tipo de la esquina... Uff!!!... PERO, ¿no es la verdad que el pecado ajeno siempre es peor? Tanto el hombre de la esquina como yo, actuamos diferente a como Jesús lo hubiera hecho.
Cuando andamos en "Vía Contraria", que en lo personal es bastante... no tenemos a Jesús gritándonos desde su carro... ni tampoco lo tenemos mirando desde la esquina de la distancia... lo tenemos a una oración de distancia... y todo porque hace más de 2 mil años, Jesús vino a este mundo, corriendo hacia el carro de nuestras vidas... en "Vía Contraria"... Se montó en el carro de nuestro mundo y nos dijo: "
"...Yo soy el camino, la verdad y la vida."
Hoy detengámonos, hagamos silencio y dejemos de poner atención a lo que los demás hacen... Pongamos nuestra mirada en lo que Jesús hizo... Dejémoslo que El enderece nuestro camino... y en nuestro viaje con Jesús... llamemos la atención de los que todavía transitan en "Vía Contraria"... No de lejos... Ni desde nuestra comodidad... Sino desde su realidad.
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