viernes, 11 de abril de 2014

Pero te Conozco

Como todo niño, mi hija Camila no estaba por comer su cena... Mientras preparábamos la tuna para hacer sandwiches, ella comió bastante tuna, pero al llegar a la mesa no comió más y estaba bebiéndose toda el agua que le había dejado.

En un momento fui a la cocina y se quedó de espaldas a Yokasta mi esposa... No tenía supervisión... Desde la cocina le dije: "Mi amor, suelta el vaso de agua y come, por favor", Camila preguntó: "¿Tu me ves?"... Le respondí: "No te veo, pero te conozco".

¿Ves a Dios actuando en tu vida de modo tal que puedes decirle "no te veo, pero te conozco"? ¿Hay áreas en tu vida donde tu única respuesta a lo que ha sucedido es "No te veo, pero te conozco"? ¿Conoces a Dios a un nivel que no necesitas verlo para saber que El está obrando en ti y a tu alrededor?

Entonces Moisés le dijo a Dios: —Permíteme verte. Pero Dios le respondió: —Yo soy muy bondadoso con quien quiero serlo. Así que voy a mostrarte todo mi esplendor, y voy a darte a conocer mi nombre. Pero no podrás ver mi rostro, porque cualquiera que vea mi rostro morirá. Quédate junto a la roca que está a mi lado. Cuando pase yo delante de ti, te colocaré en un hueco de la roca y te taparé los ojos con mi mano, hasta que haya pasado. Después quitaré mi mano, y podrás ver mi espalda; pero mi rostro no lo verás.

Hubo una rotura en Edén que no nos permite ver el rostro de Dios... no por falta de deseo de parte de Dios, pero por la incapacidad que tenemos como seres caídos y rotos de ver a Dios en Su perfección y santidad... SIN EMBARGO... existe para nosotros el increíble privilegio de ver a Dios moverse...

Moisés no supo lo que pidió al querer ver el rostro de Dios, pero como buen Padre, Dios no le concede un deseo que podría destruírlo, sino que abre una nueva puerta de conexión... "Cuando pase delante de ti, te colocaré en un hueco de roca y te taparé los ojos"... Te protegeré... Verás lo suficiente... No demasiado porque no podrás manejarlo.

Dios está vivo y cada segundo está pasando junto a nosotros... cubre nuestros ojos en protección, pero nos deja ver su mover... ¿Puedes verlo hoy? ¿Puedes decir "no te veo, pero te conozco"?... Es de suma importancia que aprendas a percibir los movimientos de Dios, porque somos capaces de percibirlos cuando ya Dios pasó por nuestro lado... Así que cuando crees que estás viendo el inicio del movimiento de Dios, realmente estás viendo Su espalda y El va delante...

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