viernes, 23 de mayo de 2014

Eco Mudo

Durante años este padre amó a su hijo... Lo cuidó, le dio amor... Le dijo las palabras más dulce, pero el niño nunca había hablado de vuelta a su padre... De hecho... Su autismo es tan avanzado, que el niño no podía ni siquiera mantener su mirada fija a los ojos o el rostro de alguien... Un día... Cuando el niño comenzó a gritar, su padre no le pidió hacer silencio, sino que se quedó mirándolo fijamente... Después de unos minutos, el niño salió corriendo... y el padre hizo lo mismo... Corrió detrás del niño, pero ahora imitando los sonidos que hacía su hijo... En un momento, el niño se detuvo en silencio, giró su cabeza y clavando sus ojos en la cara de su padre, le dijo: "Te amo papi"... Años y años gritando... Y un Eco Mudo era su respuesta... Finalmente había llegado el momento de escuchar algo.

Esta historia que les comparto arriba, es la de un Pastor amigo... es real y no tiene ningún detalle ficticio. Ayer mientras escribía "Eco", podía imaginar los comentarios... "pero yo grité tal o cual cosa y la vida no me ha devuelto eso"... y recordé la historia de este Pastor y su hijo... y es que a veces, escuchar algo de regreso requiere tiempo, así que no escuchar nada de regreso no quiere decir que nadie escucha, sólo quiere decir que hay que esperar.

No recibir lo que esperamos no quiere decir que no recibamos... y no recibir tanto como quisiéramos no quiere decir que no se está recibiendo nada... Muchas veces tenemos que gritar para que el eco retorne, pero dentro de otras personas y que el sonido regrese dentro de sus propias cabezas y puedan entender realidades nuevas.

No me mal entiendan... Sé que es rico cuando el eco responde y Zoe desde el vientre de mi esposa Yokasta da una patadita o se mueve después de que le hablo... Es delicioso, que mi hija mayor Camila se acerque y me diga: "Papi te amo"... Son ecos que regresan lo que se ha gritado con anterioridad... Pero también me recuerdo en la Sala de Cuidados Intensivos pidiéndole a mi padre que despertara o que moviera sus dedos... No recibí nada... De hecho perdí lo poco que quedaba...

Por miles de años Dios habló y recibió muy poco en retorno de parte de su pueblo... Pero nunca ha dejado de hablar... Su palabra más bella es Jesús, dada a nosotros hace un poco más de un par de milenios... ¿Nuestra respuesta? No siempre la mejor... Pero ¿Son nuestras palabras lanzadas al vacío? No, porque aunque el eco no parezca responder, hay un corazón que vibra con ellas... y es el corazón de Dios.

Hace años hubo un grito... un grito que no produjo eco... al menos no el que esperábamos... "Dios mío, Dios mío, ¿Porqué me has abandonado?" (Mateo 27:46 NBLH)... Palabras que aparentaron caer al vació... pero no fue así... Quizás hubiéramos deseado escuchar desde el cielo algo como: "Hijo, no te he desamparado. Todo esto debe suceder..", pero es que eso tampoco iba a sonar bien y en ocasiones es mejor que no hayan palabras, si la opción es decir las incorrectas. Jesús gritó y aparentemente no hubo respuesta... PERO al tercer día... el Eco no sólo habló de vuelta sino que trajo a Jesús de vuelta a nosotros y hoy vive... Por eso sé, que aunque nuestras palabras y acciones parezcan volar al infinito y sin rumbo fijo, mi corazón abraza la promesa de que Jesús nunca nos dejará...

Aunque el pozo... o la persona... o la situación... haga un Eco mudo a tus palabras... No te canses de hacer el bien.

Así que no nos cansemos de hacer el bien porque, si seguimos haciéndolo, Dios nos premiará a su debido tiempo.

JUST SAYING!!!

Recuerda que hoy es Vidas Conectadas en Mattapan, MA. Si vives en Boston y no tienes una comunidad de creyentes con quien reunirte ("Iglesia"), te invitamos a que nos visites en "Connected Lives" (Vidas Conectadas) este viernes 23 de mayo en 60 Fairlawn Ave. Apt. #5, Mattapan, MA 02126. Estamos compartiendo la serie: "El Jesús que Nunca Conocí". Más información: 617-318-7422 y 617-407-2381.

Ven y hagamos vida juntos... Seamos la Iglesia...

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